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Versículo al azar
El Mensaje Reencontrado
Libro XXVIII
NI REVÉTUE — EL BARRO
27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.
27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
27 abril 2013
(extractos
del libro)
Emmanuel d'Hooghvorst
Dibujo de Bruno del Marmol |
"La tejedora nos
da aquí la clave de su arte: «De noche», dice, «deshago
el trabajo del día». ¿Qué representa el día? El tiempo que devora
toda savia y agota la vida. En nocturna quymica de Penélope, se descose
el sudario fatal del Arte sepultado, reanimando entonces su sol, y he
aquí la espera de un dulce marido que ha vuelto en paz.
La noche, dicen los cabalistas, es el
secreto del Señor." pág.20
"El cíclope sólo
vive para él mismo, es el sentido vulgar del hombre. Devora a los
extraviados, cuyos huesos y médulas succiona con furor." pág.49
"Es un gigante
desmesurado y, por lo tanto, necio, que desprecia el oro bajo; tal es
también el decir de los filósofos: su oro se encuentra en lugares
viles, totalmente deformado y los necios lo desprecian porque parece
tan miserable. También se le llama el oro negro." pág.50
Moly significa
'estar agotado, debilitado, embotado', lo que corresponde a la
naturaleza de esta tan buscada raíz negra y desecada, de la que se han
hecho tantos libros. No sin esfuerzo —dice Homero— los mortales
consiguen desenterrarla. La alusión es clara: el encuentro entre Ulises
y la Moly mediante la intervención de Hermes tiene ciertamente el
sentido de unión de lo que viene de arriba, Hue, con lo que está abajo,
esta raíz mineral que desde tanto tiempo languidece sin quymica: de
ahora en adelante, vegetará en flor de sal y en azufre puro. Es la
pista mercuriana que anula los prestigios de Circe. pág.74/9
«El gran
juramento de los dioses» es el don de la Década, la limosna
caritativa, el presente de los dioses. Se trata de una nueva alusión a
aquella pista mercuriana cuyo efecto anula el veneno de Circe. Sin
peso, esta hembra se agota gastando sin cocer. Pero se requiere de ella
para la obra de la filosofía, pues unida a Ulises engendra la alegría,
ella, que no era más que un veneno. pág.75/11
[...] la
naturaleza de este mundo, Circe, sin buena quymica se convierte en una
mujer malvada y traicionera, pero unida al oro se vuelve, tal como
veremos, una amante fiel y una musa inteligente. pág.76/2
Circe, Arte puro o
dolo animal, hace a los elegidos o a los necios, según sea salada o
desalada. Con o sin el Hue, es siempre el agente mágico sin el cual
nada se hace. Ella inicia en el Arte donde se da lumbre a su pote. pág.77/5
¡Escila no puede
morir! ¡Es un mal eterno, una terrible plaga, un monstruo inatacable!
[...]. No hay medio más seguro contra ella que la huida [...]. pág.94/4
El poeta ha
querido así disfrazar aquel fuego etéreo, alimento de este bajo mundo,
el prana de los orientales. Es un pensamiento inteligente e ígneo
[...]. Los hombres viven de él sin ofrecerle la morada donde esta alma
luminosa, al tomar cuerpo, alimentará la edad de oro. Los ignorantes no
se preocupan de madurar el Arte, no sueñan más que en riqueza para
colmar sus deseos vulgares. Al alimentar esta vida baja y animal casada
con la idea, devoran el pensamiento vivo sin cocerlo sabiamente y no
adivinan la palabra de la que no acechan más que el cadáver. pág.99/1
[...] difícil
labor, la de atar la naturaleza sutil y volátil a esta tierra. Dicha
labor sería, de hecho, imposible sin la intervención de Egle
[...] Egle significa en griego 'el resplandor del fuego'. pág.110/3,6
De modo que Midas
seguirá el curso de este Pactolo. Incluso una persona simple no
perdería este camino sabido en el Pactolo secreto: no es otra cosa sino
cocer este mercurio en un pote bien cubierto. Tal es la obra sobre la
que los filósofos tanto han escrito: sólo es cocer y ese mercurio se
hará poco a poco cuerpo sonante de un sol nuevo. pág.133/3
Es un anillo de
fuego, el fuego de los alquimistas, suave y circular,
llamado también fuego de rueda, que por una lenta cocción
lleva la materia a su madurez. pág.216
[...] Pero
¿atósele el zurrón al pobre desgraciado sin ponerle un don pío? Le
pasaron la moral; tal es esa túnica roja ligada con un cinturón dorado
que le ciñe los riñones. Así vive el necio, todo en altura, con
vergüenza del trasero. Efectivamente, consideremos este cinturón que
separa lo alto de lo bajo: tiene la ley, pero es una ley sin vida, y la
imaginería del famoso Hijo. ¡Si el odio moral mata y separa, jamás hizo
ningún ángel! El puro amor que predica niega al hombre, pues lo corta
en dos. Su Dios no es más que una idea vacía buscada como una
quimera. pág.239/4
Pero la bestia le
devora donde le quema su vicio, desgarrando las calzas de un sexo
vergonzosamente soñado. La bestia vive de ello, es el vampiro de su
vida. Aquí, de él se cena. Tal es el ogro de los hombres, este lobo
temible en el paraíso de los pordioseros. ¡Qué encanto en este sentido
animal! No es más que una ira demente. Quien en él se acorrala, se
acorrala en la casa de los ogros. ¡De ello no te preservan túnica roja
ni cinturón dorado, necio! Ligas moral a tu vileza. pág.241/3
¿No nos
reconocemos en este Loco errático y sin unidad que anda movido por sus
pasiones, apoyándose en un bastón de oro seco y sin vida? pág.241/9
En la parte
inferior de la lámina, Barrabás resucitado sale del baño de la verde
naturaleza. ¡Qué juventud! Ha vuelto a encontrar su peso; visto de
espaldas, muestra su base; ya no está asediada por esta
naturaleza malvada que devoraba al Loco. pág.242/8
El anciano a la
derecha de Barrabás representa la astucia de la razón, y la joven a su
izquierda, en todo el esplendor de su pubertad, representa el encanto
de un sexo corruptor. ¿No es la unión de ambos el símbolo del hombre de
aquí abajo? pág.243/2
¡Os lo enviará [el
diluvio] de entre los talones[1],
según está escrito: «Preparada para el tiempo de titubear».
Se ha enseñado que
las aguas del diluvio era amargas como el derramamiento de la simiente,
según el versículo: «Preparada para el tiempo de titubear».
Rab Hisdá
dijo: Han sido corrompidos en el pecado con agua hirviendo[2], y por agua hirviendo
serán juzgados.
En el crepúsculo
del chabat,[3] estaba
Adán sentado meditando en su corazón y decía: ¡Ay de mí! Quizá la
víspera del chabat venga la serpiente a engañarme y
atacarme en el talón... Entonces le fue enviada una columna de fuego[4] para iluminarlo y
para guardarlo de todo mal. Al ver Adán la columna de fuego, se le
alegró el corazón. Se dijo: Ahora sé que el Maqom[5] está
conmigo.
Extendió su mano hacia el fuego luminoso y bendijo al creador de la
claridad ígnea.
Cuando apartó su
mano del fuego, Adán se dijo: Ahora sé que el día santo ha sido
separado del día profano, puesto que el fuego del chabat es
un fuego[6] que no
quema. Y añadió: Bendito sea Aquel que ha separado lo santo de lo
profano...pág.292/2,3
"¡Lenta escuela de
la Cruz, te es IAVE, que I.N.R.I. te sea allí sabia savia!" pág.341
"¡Oh, Pan unido al
puro azul, cogido en este lugar profundo!
¡Vuelve, alegría
de los huesos!" pág.349
[1] «De entre los talones»: la alusión es clara, lo que fue para vosotros una subida deliciosa de placer, será para vosotros una agua de amargura en el día duro. El comentador Rachi añade al respecto que ninguna lámina de hierro podrá impedir la subida de esta agua.
[2] Es la ira, llamada «hirviendo», unas veces como el placer, otras veces como la cólera.
[3] «El crepúsculo del chabat», literalmente ‘entre los dos soles’ o ‘entre los dos servicios’. «Desde el tiempo en que el sol se pone y mientras el horizonte oriental permanece rojo (por reflejo)», según el Talmud de Babilonia. Diez cosas fueron creadas en el crepúsculo que precede el chabat, es decir, la tarde del sexto día de la creación. Son la boca de la tierra[…], la boca del pozo[…], la boca de la asna[…], el arco iris […], el maná […], la vara de Moisés […], el chamir (estilete con punta de diamante que sirve para grabar o cortar la piedra […]. Los sabios han dicho: en el momento de la destrucción del templo, el chamir dejó de existir […], la letra, la Escritura y las tablas de piedra. Algunos han añadido: los espíritus malvados, la tumba de Moisés […] y el carnero de Abraham nuestro padre […], y otros han dicho: las tenazas que fueron hechas de unas primeras tenazas […]. El chabat comienza tradicionalmente al atardecer del viernes y concluye el sábado a la misma hora.
[4] Véase Éxodo XIII, 21: esta columna de fuego que guía a los gnósticos es también una columna de tinieblas, una nube que extravía a los impíos que la persiguen (Éxodo XIV, 19-20), es decir, los que quieren penetrar los misterios de la gnosis sin haber sido introducidos en la santidad del chabat.
[5] Maqom, ‘lugar’, de la raíz, ‘levantarse, enderezarse’. Maqom es uno de los nombres de IHVH, el Santo-bendito-sea.
[6] Es también el fuego que utilizan los alquymistas en sus operaciones.
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