Entradas populares
Entrada destacada
Las fábulas egipcias y griegas (1 de 8)
DESVELADAS Y REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO, CON UNA EXPLICACIÓN DE LOS JEROGLÍFICOS Y DE LA GUERRA DE TROYA Dom Antoíne-Joseph Pern...
Versículo al azar
El Mensaje Reencontrado
Libro XXVIII
NI REVÉTUE — EL BARRO
27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.
27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
14 mayo 2013
El Mensaje Reencontrado
ÈVE TRI UNE — LA VIDA PURA
(extractos)
No acuséis a la herramienta si
sois mal obrero y no claméis contra el
crimen si entregáis vuestra vida a la muerte.
La gran batalla elimina la mugre muerta y manifiesta la luz movediza de
Dios.
¿Cuántos reflexionan sobre la obra general de Dios?
¿Cuántos son enseñados por la renovación de todas las cosas?
¿Cuántos realizan la obra particular del Señor?
El gran trabajo que da miedo, el que libera de la sombra de la muerte,
el que nivela las montañas, el que hace germinar la tierra, el que hace
brillar la vida y la fija en el Señor glorioso.
¿Acaso han visto cómo la tierra produce el agua?
¿Saben por qué vía el agua engendra la tierra?
La niebla condensa la lluvia y las tinieblas incuban la luz.
La parte no puede juzgar la totalidad del Ser, y quien está en la
periferia no puede ver como el que está en el centro.
El fuego sólo es visible en medio del cielo. Permanece oculto en el
centro de la tierra y en el agua media.
La mayor recompensa es iluminar a otro hombre después de haber
descubierto la luz en uno mismo.
Pocos discípulos saben aprovechar la lección de los hombres Sabios y
descubrir el don natural de Dios.
Cuando el símbolo es una realidad, es imposible descubrirlo sin la
ayuda de Dios.
La evidencia del misterio ciega a los más sabios.
El verdadero éxito se realiza en beneficio de todos y a expensas de
nadie.
Sólo a quien ha adquirido el conocimiento de Dios en los tres planos de
la creación, se le puede llamar liberado para siempre.
La verdad se basta a sí misma.
Todo lo que se le añade la oscurece.
El conocimiento del árbol es menos importante que el del fruto, y éste
es menos útil que el conocimiento de su hueso. Finalmente, es la
almendra lo que debemos conocer en su pureza, y es el germen lo que
debemos manifestar en su perfección.
Quien me encarna, dice el hombre celeste, conoce la vía santa de los
antiguos Sabios de Dios.
El tesoro sepultado en la tierra.
El gran concentrado del Universo.
La libertad es saberlo todo y callar, tenerlo todo y no poseer nada,
poderlo todo y reposar.
La búsqueda de la ciencia de Dios es el único trabajo que prescinde de
toda aprobación humana.
Colma tanto a quienes la alcanzan que están en situación de darlo todo,
mientras que el mundo ya no les puede ofrecer nada más.
La madre universal que existe por Dios, quien la modela a su gusto.
La fecundadora del cielo.
La fecundada de Dios.
La fecunda de la tierra.
«La verdad es una maldición para quienes se acercan a ella y no la
reciben».
Dios es todopoderoso.
Renueva todas las cosas sin esfuerzo.
El comienzo en la tierra.
El medio en el agua del cielo.
El final del sol.
La mayor voluntad es la mayor paciencia.
La mayor paciencia es la mayor aceptación.
La mayor aceptación es la mayor sabiduría.
La mayor sabiduría es la voluntad y la vía de Dios.
Mil nombres y mil rostros sobre la única pureza contenida en nuestro
corazón.
«¡Oh luz universal de los mundos!»
«¡Oh fuego muy secreto del Único!»
«¡Oh perfección muy santa de la unión!»
Feliz quien calla hasta el momento del conocimiento, porque su
ignorancia no se volverá contra él para agobiarlo en el día de la
separación.
Cuando se busca a Dios no hay tiempo para ocuparse del mundo, de igual
manera, cuando se corre tras el mundo no se puede reposar en el Único.
La tierra incuba el águila luminosa.
¿Quién la asirá cuando salga del huevo?
Y ¿quién la criará hasta su retorno a la tierra santa?
El hombre fuerte manda sin hablar y es obedecido.
El débil grita sin cesar y nadie le escucha.
Libro I | Apertura | Libro III |
Etiquetas:
Libros