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Versículo al azar
El Mensaje Reencontrado
Libro XXVIII
NI REVÉTUE — EL BARRO
27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.
27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
05 mayo 2015
(Estudio comparativo del texto copto de Nag Hammadi con El Mensaje Reencontrado)
40. Dijo Jesús: «Una cepa ha sido plantada al margen del Padre y —como
no está firmemente arraigada— será arrancada de cuajo y se malogrará».
El árbol de vida está plantado en el centro del jardín del paraíso, pero el árbol del conocimiento del bien y del mal crece encabalgado sobre el muro de la cerca.
XII: 3
41. Jesús dijo: «A quien tiene en su mano se le dará; y a quien nada tiene —aun aquello poco que tiene— se le quitará».
Quien posee en sí mismo la simiente de Dios la verá germinar en la pureza de su alma liberada, pero quien no tiene este fuego se desecará incluso en contacto con el agua de la gracia.
VI: 10'
42. Dijo Jesús: «Haceos pasajeros».
Verdaderamente, el reino de Dios no es de este mundo, por eso los Hijos de Dios parecen errantes y pobres en la tierra.
XXXV: 38'
43. Le dijeron sus discípulos: «¿Quién eres tú para decirnos estas cosas?» [Jesús respondió]: «Basándoos en lo que os estoy diciendo, no sois capaces de entender quién soy yo; os habéis vuelto como los judíos, ya que éstos aman el árbol y odian su fruto, aman el fruto y odian el árbol».
Las ciencias que los hombres profesan exigen sutileza y muchos esfuerzos para ser parcialmente poseídas.
La ciencia que Dios enseña requiere simplicidad y paciencia para conocerse en su totalidad.
El conocimiento del árbol es menos importante que el del fruto, y éste es menos útil que el conocimiento de su hueso. Finalmente, es la almendra lo que debemos conocer en su pureza, y es el germen lo que debemos manifestar en su perfección.
II:57-57'
44. Dijo Jesús: «A quien insulte al Padre, se le perdonará; y a quien insulte al Hijo, (también) se le perdonará. Pero quien insulte al Espíritu Santo no encontrará perdón ni en la tierra ni en el cielo».
El saber sin el poder es como una semilla sin agua, como el espíritu sin el cuerpo y como el Señor sin su creación.
Os ha sido dicho: «No habléis contra el espíritu», y añadiremos: «No blasfeméis contra la tierra», ya que no conocéis ni el uno ni la otra en su unión integral.
VIII: 20-20'
45. Dijo Jesús: «No se cosechan uvas de los zarzales ni se cogen higos de los espinos, (pues) éstos no dan fruto alguno. [Un] hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro; un hombre malo saca cosas malas del mal tesoro que tiene en su corazón y habla maldades, pues de la abundancia del corazón saca él la maldad».
El mal y el odio están tan asociados a la muerte, que se vuelven inconscientes por la debilidad y mediocridad de nuestros corazones.
Pero el bien y el amor están tan fuertemente vinculados a la vida, que sólo subsisten en la conciencia despierta y en la actividad de un corazón amante.
I: 22
46. Dijo Jesús: «Desde Adán hasta Juan el Bautista no hay entre los nacidos de mujer nadie que esté más alto que Juan el Bautista, de manera que sus ojos no se quiebren. Pero yo he dicho: Cualquiera de entre vosotros que se haga pequeño, vendrá en conocimiento del Reino y llegará a ser encumbrado por encima de Juan».
Vale mil veces más ser el último ante Dios que el primero entre los hombres.
III: 45
47. Dijo Jesús: «No es posible que un hombre monte dos caballos y tense dos arcos; no es posible que un esclavo sirva a dos señores, sino que más bien honrará a uno y despreciará al otro. A ningún hombre le apetece —después de haber bebido vino añejo— tomar vino nuevo; no se echa vino nuevo en odres viejos, no sea que éstos se rompan, y no se echa vino añejo en odre nuevo para que éste no le eche a perder. No se pone un remiendo viejo en un vestido nuevo, pues se produciría un rasgón».
No se puede ser esclavo del mundo y amigo de Dios.
Se limpia el frasco antes de poner en él el vino celeste.
I: 38-38'
48. Dijo Jesús: «Si dos personas hacen la paz entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: ¡Desaparece de aquí! Y ésta desaparecerá».
El santo Nombre del Señor es una magia todopoderosa en la boca del que cree y ama verdaderamente.
XVII: 23'
49. Dijo Jesús: «Bienaventurados los solitarios y los elegidos: vosotros encontraréis el Reino, ya que de él procedéis (y) a él tornaréis».
Los solitarios que buscan a su Señor aquí abajo serán un día reunidos en el regazo de Dios, y se reconocerán, se congratularán y se abrazarán llorando de alegría, pues entonces todo les será dado gratuitamente en la eternidad del amor del Perfecto y su alegría no tendrá fin.
Ya no llorarán, como hacen ahora.
XXVII: 53'
Fuente del texto (excepto notas comparativas): Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC
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Evangelios apócrifos