D.
M. / AELIA LAELIA CRISPIS, / NEC VIR NEC MULIER, NEC ANDROGINA / NEC
PUELLA, NEC IUVENIS, NEC ANUS, / (NEC CASTA), NEC MERETRIX, NEC PUDICA.
/ SED OMNIA. / SUBLATA / NEQUE FAME, NEC FERRO, NEQUE VENENO: / SED
OMNIBUS. / NEC COELO, NEC AQUIS, NEC TERRIS, / SED UBIQUE IACET.
D.M. Aelia Laelia Crispis, ni hombre, ni mujer, ni andrógina, ni
virgen, ni joven, ni vieja, ni casta, ni meretriz, ni púdica, sino todo
esto a la vez. Perdió su vida, no por hambre, no por espada, no por
veneno, sino por todo esto a la vez. Ni en el cielo, ni el agua, ni en
la tierra, sino en todas partes yace. |
Madre brillante que
estáis en todo y que transformáis
las estrellas y
el mar. Concedednos el
secreto de
vuestra luz y el
amor de vuestra pureza.
Bauti-
zadnos en el
agua y en
el fuego divinos, y
recibidnos en
vuestro seno viviente. Madu-
radnos hasta la perfección
del amor. Ma-
dre luminosa
rodeada de tinieblas.
Substancia de la vida
y manantial de
la felicidad.
Simiente benéfica de
Dios. Nutrid nuestros cuer-
pos, apagad la sed de nues-
tras almas, iluminad nues-
tros espíritus. Mos-
tradnos la ruta que
conduce al Sol
bienamado.
Lavadnos.
Madre
santa.
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LUCIUS,
AGATHO, PRISCIUS, / NEC MARITUS, NEC AMATOR, NEC NECESSARIUS,
/ NEQUE MOERENS, NEQUE GAUDENS NEQUE FLENS / HANC NEQUE MOLEM, NEC
PYRAMIDEM, NEC SEPULCRUM / SED OMNIA / SCIT, ET NESCIT CUI POSUERIT,
HOC EST SEPULCRUM. INTUS CADAVER NON HABENS; / HOC EST CADAVER
SEPULCRUM EXTRA NON HABENS; / SED CADAVER IDEM EST SEPULCRUM SIBI.
Lucius Agatho Priscius, ni marido, ni amante, ni amigo, ni triste, ni
alegre, ni lloroso, esto no es un túmulo, no es una pirámide, no es un
sepulcro, sino todo esto a la vez. Sabe y no sabe lo que posee. He aquí
una tumba que no contiene cadáver alguno, he aquí un cadáver que
no
contiene tumba alguna, sino que el cadáver es lo que el sepulcro es. |
Padre
dorado
que estáis
en todas par-
tes y que repo-
sáis en el sol y en la
tierra santa. Dadnos la
inteligencia de vuestras
formas y el amor de vuestro
Ser. Borrad nuestra mancha,
sacadnos del barro en el que he-
mos caído. Hacednos semejantes a
la santa Madre y engendradnos en el
amor perfecto. Padre oculto y muy evi-
dente. Poseedor de la luz eterna. Creador
mágico de los mundos. Curad nuestros cuerpos,
apaciguad nuestras almas, liberad nuestros espíri-
tus. Hacednos herederos
de la gloria donde
brillan vuestros hijos bienamados.
Hacedlo, Señor. |