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El Mensaje Reencontrado
Libro XXVIII
NI REVÉTUE — EL BARRO
27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.
27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
16 octubre 2015
XV
Los antiguos adeptos del Tao eran sutiles y flexibles, profundos y globales.
Sus mentes eran demasiado profundas para ser penetradas.
Siendo impenetrables, sólo podemos describirlos vagamente por su apariencia.
Vacilantes como alguien que atraviesa una corriente en invierno; tímidos como los que temen a los vecinos que les rodean;
Prudentes y corteses como un invitado; transitorios como el hielo a punto de fundirse; simples como un tronco no esculpido; profundos como una cueva; confusos como una ciénaga.
Y sin embargo, ¿qué otras personas podrían pasar tranquila y gradualmente de lo turbio a la claridad?
¿Quién, si no, podría pasar, con lentitud pero con constancia, de lo inerte a lo vivo?
Quien observa el Tao no desea estar lleno.
Mas, precisamente porque nunca está lleno, puede mantenerse siempre como un germen oculto, sin precipitarse por una prematura madurez.
Lao Tse
Quien no tiene la paciencia del agua, la constancia de la tierra, la sutileza del aire y la pureza del fuego, que separan y unen, no entrará en la gloria del Señor.
Mi Nombre es como un punto de oro en el tabernáculo de los antepasados.
¿Quién lo hará brillar en la tierra?, dice el Señor. Y ¿quién lo hará resplandecer en el cielo?, pregunta el Único.El Mensaje Reencontrado XII: 49'-49
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Lao Tse